Sunday, March 21, 2010

Disculpe ud...

...que no haya proseguido con el post de Seattle... pero es que Florida es un limbo de relajación y flojera, así que si me dan chance tantito, regresaré con ustedes para seguirles contando sobre los maravillosos días en el estado de Washington.

He de regresar acompañada, sin embargo, ya que por muy padre que haya sido, siempre hace falta con quién compartir los momentos padres. No se me pongan celosos. Los tengo a ustedes, pero no es lo mismo. Además es difícil pedirles que me tomen fotos y vaya que fue difícil tomarme fotos sola. UNA, una sola foto me la tomó alguien más.

Y otras cositas cagadas que les contaré a mi regreso a México. Y fotos, muchas fotos.


Monday, March 15, 2010

Y que se casan 10 parejas gay...

ahí merito, en el Hemiciclo a Juárez. Está padre, ¿no? Yo me quiero casar ahí... no, esperen, retiro lo dicho. En fin, volviendo al tema de los matrimonios gay, con este evento tan maravilloso ya se cuentan 17 enlaces matrimoniales gay en la ciudad.

¡Felicida...!








Un momento... ¿17? ¿En serio? La resolución lleva ya un buen tiempo y sólo ha habido 17 casamientos... ARE YOU FUCKING KIDDING ME???

Cabrones, y tantos haciendo tantas olas con que nel, no dejen que se casen, fuchi, wákala y los gays ni siquiera se están casando. Yo pensé que ya para estas alturas ya hasta hijos estaban teniendo, pero ¡¡¡17!!! No me chinguen, para ese caso, el gobierno debería tomar resoluciones más serias, como un control humano de la sobrepoblación de fauna urbana, prohibir las corridas de toros, los ropavejeros en carretas jaladas por caballos, la violencia animal (y hasta la familiar, aunque desde mi punto de vista, los que se dejan violentar en casa es porque están muuuuuuy animales, así que es lo mismo), etc.

De verdad, les juro que más que 17 perros y gatos y más que 17 toros lo agradecerían. Ya ni porque les pueden aplicar la H8 como en California y ya no se van a poder casar. De veras que qué pinche coraje. Tienen su oportunidad y así la valoran, bien ¿eh? Muy bien.




Bueno y después de tanto rant, la verdad es que ha de ser difícil, ¿alguien sabe qué se requiere para casarse entre personas del mismo sexo? Digo, aparte de ser del mismo sexo.
No sé, pero además están pegando de brincos, estando el suelo tan parejo... 17 matrimonios, desde diciembre... CHA-LE



Outro: ah sí... y ya dejen de hacerlo en bola, no sean marros y tengan sus propias bodas, ¿o qué? ¿Les encanta ser el centro de atención con sus bodas colectivas que salen en el periódico? Chale con ustedes, terrible decepción.

Sunday, March 14, 2010

Seattle: día 1/2...

Llegué muy temprano al aeropuerto. Modorra, incluso medio dormida, arrastré los pies por los ya familiares pasillos de SEATAC. Recogí mi equipaje y me dispuse a encontrar el almacén. ¡Sí hay, bendito! Y re barato, manitos. Qué bueno, la verdad no hubiera querido subir mi maletón Corona (ah no, es ees paletón) hasta el segundo piso, donde está mi cuarto. Estoy compartiendo la “casa” con otras cinco personas, que aún no he tenido el placer de conocer. Espero que no sean japonesas, esas son re pudorosas.
A las 7:30 ya estaba yo caminando muy tranquila por el muelle. Al bajarme en la estación del metro, descubrí que me encontraba frente al Museo de Arte (que por desgracia no conoceré, porque cierran los lunes). Por alguna razón, seguí caminando calle abajo, hasta que vislumbré el agua.
Estaba sola, con frío, hambrienta y cansada... y todo eso se me borró cuando me detuve a mirar el vaivén de los barcos y escuchar a las gaviotas. Es chistoso que aquí no se escuchen gorriones o cuervos como en Fairbanks. Aquí predominan las gaviotas. Sí hay uno que otro cuervito, pero no tantos realmente.
Seattle es maravillosa. Una ciudad de arquitectura impresionante, de ingeniería perfecta. Está trazada con precisión. En dirección al agua, son calles. Paralelas al muelle, avenidas. Noté de inmediato que Seattle está súper limpia. Ni una colilla de cigarro en el suelo. Sí, hay quien las tira, pero también hay quien rapidísimo las levanta.
Paréntesis: estoy acostada en mi litera y por la ventana me llegan los sonidos de la calle. Un percusionista está haciendo sonar unos botes, botellas, hasta un poste, creo. Tiene muy buen ritmo, tal vez baje a darle una moneda.
Ya que me había comprado un café y un pan, me dispuse a buscar alojamiento. Había pensado inicialmente en un hostal diferente al que estoy ahorita. Pero me pareció que estaba muy lejos, así que revisé mi lista y el Green Tortoise Hostel resultaba estar JUSTO en lo mero bueno. Frente a Pike Place Market, en Pike y la Segunda, todo queda cerca. Cuando entré, de inmediato me gustó. Limpio, agradable, bonito, lleno de vecinos guapetones (ya dije, soy fiel, pero eso no me impide echarme un taco de eye).
De momento no había espacio, pero a las 11 desocupaban, así que decidí quitarme los pantalones... esperen, eso ya lo escribí. Bueno, pues quitarme los calcetines fue un error. Las botas me nadaban, así que decidí salir a la cacería de tenis, porque los míos los dejé en el equipaje (nomás cargué con una muda de chones y playera). Salí, crucé la avenida hacia el mercado y puse mi termo de café en el mismo buzón/dispensador de periódicos (no recuerdo qué era) que una punketa, que me dijo “riiiiiight!!”. Las dos prendimos cigarro al mismo tiempo y bolas, periquito, que nos ponemos a platicar.
Me ayudó mucho. Me dio direcciones, me dijo dónde estaba la tienda Ross (oh yeah, bueno bonito y barato Ross) y me dijo dónde trabajaba por si quería darme una vuelta al rato. Me cayó bien Rachel. La verdad es que la gente por aquí es bien amable.
Así que con todo el dolor de mis piecitos, me dirigí a Ross. Pero toma, que estaba cerrado. Abrían a las 11 y apenas eran las 10 menos cuarto. En contraesquina divisé una farmacia. Me atravesé, compré saldo pa’l celular e hice las llamadas de rigor (mamá, papá, jorge, ka). Resultó que mi papá andaba en nAcapulco con mi abuela, en ocasión de su cumpleaños, le llamé al cel y hasta con Abuela Pera platiqué.
Ya con zapato teni en los pies, fui a buscar una Orcard, que es el boleto universal del transporte en Seattle. Regresé al hostal y me instalé en mi litera. Luego busqué el monorail y me le trepé. Oh no, la Orcard no funciona en el monorail, pero mñe, pagué los $4.00 usd del viaje redondo.
Desde antes de llegar al Seattle Center, desde el monorail se pueden ver hartas cosas, y luego en una curva, se asoma la Space Needle a saludar... continuará.

Fotos en Facebook.

Proyecto Seattle: iniciado.

Bueeeno, estoy esperando a que se haga menos temprano, porque llegué a las 6 am, no he dormido mucho y no puedo dormir porque no hay camas ¡pero qué bonito es Seattle! Por lo menos lo poquito que he visto. Del aeropuerto pa'cá se veían las montañas nevadas y unos colores bien padres en el cielo.

Luego me compré un cafese en la versión alternativa de Sbux y me caminé hasta el muelle a tomármelo, casi lloro de lo bonito que está el día, dicen que va a llover, pero el cielo está despejado, espero que no llueva.

Bajar al muelle está bien padre, pero las subidas, ¡dobabes! Pero voy a dejar la backpack con la compu aquí y nomás me llevaré lo esencial. Hoy iré al museo de arte, al acuario y ya me di una vuelta por el pike place market, pero me daré otra un momento que no esté todo tan desértico. ¡ocho de la mañana y acá sigue dormida la ciudad! No es normal.

Ya me encueré un poco, traía los fleeces (pantalones de franela, pues, discúlpenme la pochez, anda muy gruesa estos días) y los calcetines de merino, pero estaba que me desmayaba de calor con la subida. La bronquitis es que ahora las botas me quedan nadando y todo mi equipaje se quedó en el aigriopuerto (yaaaaai, nomás voy a pagar 20 dólares!). Lo bueno es que hay una tienda de tenis aquí en frente. Si están a precios decentes, me compro unos.

Está bien padre... de verdad lamento estar experimentando esto sola, pero ya habrá tiempo de compartirlo con alguien, de momento lo comparto con ustedes de esta manera.
Y el hostel está bien chido, se llama Green Tortoise Hostel y está justo frente a Pike Place Market y tiene vista al agüita. A ver qué tal mis roomies, espero no andar sonora y spoilerearles la noche con mi cacofonía esfinteriana.

Parezco niña chiquita, todo me emociona; cuando tuve mi primer glimpse de la space needle, se me puso el ojo remi. Es una chingaderitititita, apenas se veía entre los edificios, jijijijij. Pero todo es impresionante. Salir del metro y descubrir una ciudad tan bonita y tan limpia fue una linda sorpresa. Me puse medio nerviosa con unos homeless que estaban despertando de su sueño de belleza en las escaleras de Pike St. pero ¡cero miedo! Sólo Judas te mió... ash, se me escapó un espacio.

Como sea, espero pasármela deluxe, aunque sea tan poquito tiempo, yo digo que sí me alcanza para mucho... digo... diiiiiigo. Ya me voy, ya mero abren el acuario y ¡el tiempo es oro!


Outro: como siempre, fue difícil decir adiós en Fairbanks, pero los ciclos deben cerrarse y este año fue uno maravilloso, así que aunque costara trabajo, las satisfacciones fueron muchas como para lamentarse. Otro año se avecina, otras oportunidades, otras aventuras.