Thursday, February 25, 2010

Hechos de Alaska: hombres en ropa de invierno.

Es un hecho comprobado, como muchos otros que trataré de transmitirles en un futuro, que en su gran mayoría, los hombres en Alaska que se ven muy bien con gorro, se ven terribles sin él. Ya sea que sean calvos, tengan cabello horrible o simplemente la forma de su cabeza sea muy bizarra, muchos hombres que he llegado a conocer en Alaska, son maravillosamente atractivos con su ropa de nieve puesta (especialmente sus gorros), pero tan pronto se despojan de sus atavios (perdonen la falta de acentos, estoy en el parque), pierden el 50% de su appeal.
Pongamos de ejemplo a Chuck Mazurek. El primer anio (ah si, tambien la falta de enies de pinia para la ninia) que vine, lo encontre bastante atractivo. Si, maduro pero atractivo. Tuve un crush inmediato con el. Pero despues de dos dias de super crush, lo vi sin gorro y su calva cabeza en forma de foco me decepciono enormemente. Ahi fue cuando comence a tener un crush con Nigrou. Sin embargo, el tambien resulto ser un poco decepcionante, pues si bien usa unas muy largas y bastante definidas dreadlocks, estas no comienzan unos centimetros despues de sus cejas, sino bastante alejadas, bien a la mitad de la coronilla.
Asi que, no se dejen impresionar por el atractivo de un hombre en ropa de invierno. Puede resultar una gran decepcion.
Reportando desde Alaska para ustedes, PBrux Fhell, sculptress extraordinaire.

Monday, February 22, 2010

¿Quién creen que volvió?

Le Cavernicolé.

Oh sí... y sigue igualititito.

Oh, pero para los nuevos lectores que no saben quién es El Cavernícola, también conocido como El Hielos, aquí hay unas muestras de su bellísimo caracter:

Alaska: día 1.9

Alaska: día 3

Alaska: día... ya perdí la cuenta.

Estos posts datan de hace dos años, la primera vez que vine a Alaska. En esta ocasión no he tenido tiempo para platicar con ustedes, pero ¿saben? Es que cada año me aclimato más, me gusta más, me adapto más rápido. Y estos días he estado trabajando como loca. Sí, trabajando, ¿pueden creerlo?

Ya les mostraré mis cositas... o sea, mis trabajos. De momento, les cuento que mañana comienza single block y estoy emocionadísima. No me tocó webcam (otra vez), pero habrá video de mí de todas maneras, así que vayan a la página web de Ice Alaska y busquen el Single Block y el Site 19, ese es mi numerito.



Los amo, no me extrañen.

Tuesday, February 16, 2010

@ Seattle Tacoma Airport.

Por tercera ocasión en mi vida, tengo adelante de mí un layover muy largo. Espero no aburrirme, ni quedarme dormida. El año pasado casi pierdo el vuelo por dormirme. Not this time, bitches!!!

El pedo es que se me rompió la tecla de signo de exclamación... y la E no se está dejando, algo tiene abajo... estoy triste, mi lap ya está muy vieja.

La despedida en México ha sido la mejor EVER. Gboy nos acompañó, tuvo la oportunidad de conocer a mi familia y descubrir que lo cábula no lo aprendí: lo traigo en la sangre. Jijiji, mis papás son re cábulas, me cae. Pero son re buena onda y nos dieron chancita de despedirnos como Blogod manda. French kiss all the way, Jose!!!

Además, ya se hicieron a la idea de Gboy y yo juntos. Claro que los saca de onda, porque ps NEVER EVER en la vida, había tenido yo un novio tan... ps tan OK bajo sus estándares. Mis papás están felices, yo estoy feliz, ¿estás feliz, Gboy, papacito, rey de mi corazón? Ojalá sí, porque acuérdate de la pinky promise (ah sí, me dirijo a él porque hoy me contó que leyó ese primer post que hice de él... entonces, ps ya qué...). Y si todos somos felices, ¿ya pa' qué le movemos? Todavía mi papá hizo la "broma" de que les cae tan bien, que lo iban a sonsacar a echarse un trago con ellos. Yo cortesmente le dije "jijiji... NO".

Luego, la conexión en LAX corrió sin mayores contratiempos. La verdad llegué apenas a tiempo, pero llegué. No tuve que correr e incluso tuve tiempo de fumarme un cigarrito.

En Seattle no corrí con tanta suerte. Si bien en años pasados toda la banqueta era smoking area, ahora mandaron a todos los fumadores literalmente a la vuelta. Hay que ir a un recóndito y oscuro rincón afuera, sin techo (y está lloviendo ¡en Seattle! ¿Quién lo hubiera creido?) y pues básicamente los fumadores nos pasamos el último tramo de la non smoking area por el uyuyuy y fumamos ahí, porque ps... ahí sí hay techo y no se le moja a uno ni el uyuyuy ni el cigarro.

Ah, pero tengo otra novedad:

de regreso ¡me voy a pasar a Florida! Eeeeeh, vieron?? Salió el signo de exclamación, pero me quedé con la gomita de la tecla pegada al dedo, cua cua cua cua.

Me despido. Gracias por mantenerse sintonizados.

Besis, valen mil. Nunca cambien. Byah!!

Sunday, February 14, 2010

Mañana me voy a Alaska

Por tercer y tal vez último año, mañana sale mi avión a LAX, de ahí a SEA, de ahí a ANC y finalmente a FAI.

Vuelvo a las gélidas tierras que tanto amo. Llenas de memorias, buenas y malas. También llenas de rostros familiares y amistosos. Vuelvo a ver a Mark, Stacy, los hermanos Hansen, Fred, Rev. Butter, Buddy Rassmussen...

Vuelvo al hielo más maravilloso del mundo. Firme, cristalino. Tan peligroso y a la vez tan frágil. No se encuentra ese hielo en ninguna otra parte del mundo. Y he tenido la fortuna de aprender y amar ese hielo.

Durante dos años, Alaska se volvió mi pasión. Mi obsesión. Como saben, la primera vez que fui a Alaska, huía de una vida muy mierda aquí en México. La segunda vez, iba hacia la promesa de una vida mejor allá... lo que después se convirtió en un sueño en París. Lo que se convirtió en una pesadilla, lo que se convirtió en una lección. Y bien aprendida.

Mañana me voy, con la promesa de volver. Con la promesa de regresar a mi casita, buscar una chamba y ya ponerme a trabajar. Pero también la promesa de volver a esos brazos que me están esperando. Este año no huyo de nada ni busco nada en otros lados. Este año incluso se me dificulta irme, dejar atrás lo maravilloso que me ha pasado las últimas tres semanas.

Alaska siempre será Alaska. El hielo siempre será mi pasión. Pero algo mucho más tangible me estará esperando. Y ahí se los encargo, ¿no? Échenle un ojito por mí.

Domo Arigato, Mr. Gboto.

Wednesday, February 10, 2010

And now, as a guest star: GBOY!!

Ya lo sé. No tengo perdón de BloGod. Discúlpenme la ausencia, ¿no? Es que más bien déjenme contarles (chismearles, presumirles si quieren) que, después de una larga negligencia, Cupido se acordó de mí. Algunos dirán que "oportunamente" antes del 14 de febrero, pero eso siempre me ha tenido sin cuidado.

En fin, que es de esos romances que hasta dan miedo de tan rápido que van. A mí me da miedo. Que se nos pase el encanto tan rápido como llegó y así. Pero ps total, de mientras, lo disfruto.

Confieso que me parece rarísimo haberme enamorado de Gboy. No es rockstar, ni artista, no escribe poemas, no escucha la misma música que yo y el único gusto que compartimos es ir al cine. No es enfermizamente alto y delgado, como me gustan, ni es una loncherita, como me gustan más.

Sin embargo, reímos muchísimo: yo de sus malos chistes y él de los míos. Incluso nos gustan las mismas películas cebo, como Kung Pao, humor que poca gente entiende o aprecia. Nos echamos carrilla, viboreamos a gusto, platicamos de nuestras vidas y compartimos el placer culposo de que nos gusten los States. Él vivió varios años en Texas y yo entre que voy y vengo, me he enamorado del american way of life.

No conformes con caernos bien, nos gustamos muchísimo. Parece que a él no le importan mis brazos de murciélago o mis muslos con queso cottage. Ama mis senos y se me ha perdido más de tres veces entre las piernas. Sobretodo, tiene un crush particular con mis pies (que a fe de la verdad, están bien lindos).

En circunstancias normales, criticaría su peinado, pero no creo que haya otro estilo que le vaya mejor. Amo sus ojos de coreano y su sonrisa que sale poco para el resto del mundo, pero ha iluminado mi vida estas últimas tres semanas. Tiene unos dedos con precisión quirúrgica y unos labios deliciosos.

Su voz grave me pone la gallinita de cuero y a últimas fechas que ya pasamos del "me gustas", al "te quiero", al "te amo", me estremece que me lo diga al oído. Al grado, imaginen, que ya no quiero ir a Alaska para quedarme con él.

No suden, amigos. Sí iré a Alaska. Estoy enamorada, no pendeja. ¿Acaso hay diferencia? Bueno, el caso es que no he perdido la poca cordura que me queda.

Imaginen lo siguiente: después de años de relaciones pobres, en las que ser "independiente" era más una necesidad que un gusto, en las que pagar por mi cuenta y transportarme en mi propio auto, incluso a veces llevar al indivíduo en cuestión a su casa, era indispensable para poder salir con dicho indivíduo; en el que nadie abría mi puerta (precisamente porque yo iba manejando la gran mayoría de las veces), ni consideraba pertinente conocer a mis padres, llega un hombre chapado a la antigua si ustedes quieren, que no me permite pagar mi cuenta, mucho menos invitarle un trago, que antes de besarme me preguntó si podía hacerlo, que a pesar de trabajar de noche, hace esfuerzos considerables por despertarse temprano para ir a mi ensayo, que después de toparse accidentalmente con mis padres (y al mismo tiempo, pobre), declaró necesario que yo conociera al suyo.

¿Cómo no enamorarse? Es una experiencia nueva para mí. Después de años de representar a la morra valemadres, que todas las puede, que no necesita a nadie, que se puede amarrar las agujetas solita y que desafortunadamente ha tenido que hacerlo, llega alguien que no quiere domar esa esencia en mí, pero que se la pasa por alto y decide que, independientemente de que pueda o quiera, yo merezco más. Y me da mucho más. Sin pedirlo, me ha consentido, llevado, traído, dado, quitado y enseñado muchas cosas.

Gboy tiene una capacidad impresionante de ver a través de toda la maraña de cosas que me envuelven. Lo que pocos han podido o querido ver, por miedo o hueva. De verdad estoy un poco asustada de lo transparente que soy ante él. Cuando empecé a encariñarme con él (last week, actually), me miró directamente a los ojos y me dijo "no tengas miedo de decirlo, yo también me siento igual". Aún así, decidí callarme otro rato. Después de un rato de que me estuviera cabuleando, le dije inconscientemente "te odio tantito, pero luego recuerdo lo mucho que te quiero". Inmediatamente me quedé callada. Volteé a verlo y comprendí por qué era tan obvio para él: él tenía la misma mirada de perro al que le rascan la barriga que yo tenía.

Pasar del te quiero al te amo fue fácil. Cuando me dijo "¿Te vas un mes a Alaska? ¿Qué carajos voy a hacer UN MES sin ti?" yo estaba más que enculada, enamorada, llámenlo como quieran.

Llevamos tres días jugando a la casita. ¡Qué divertido juego! A diferencia de ese episodio tan cómodo, en esta casa nadie tiene que salir corriendo o se despide con un beso de cortesía. Nadie se va a la cama solo, esperando que el otro lo alcance, ni se tienen relaciones en silencia y mecánicas, buscando sólo saciar una necesidad física.

En esta casa, nos despertamos a la misma hora, colaboramos en la manufacturación del desayuno, comemos juntos, nos tallamos la espalda mutuamente, platicamos hasta que nos quedamos dormidos, nos tapamos si el otro se destapa a mitad de la mañana y la señora despide a su señor en la puerta con un riquísimo beso y un "que tengas un buen día".

No crean que todo es amorssss. De verdad tengo mucho miedo. Como dije, de que se nos pase el rush, de que en algún momento le encuentre algún defecto ignorado hasta el momento, que él se de cuenta que no tiene sentido estar conmigo por lo poco que tenemos en común, que mi mes en Alaska nos haga pensar "¿qué quiero realmente?" y "¿él/ella de verdad cubre mis necesidades?", que me vea de verdad enojada y salga por patas como el Negro. Además, en su ausencia me gana la ansiedad y fumo demasiado y como de más, lo que me hace pensar si no estoy obsesionada más que enamorada.

Pero luego pienso en lo que él mismo me dijo "si vives con miedo, no disfrutas nada, ¿cómo puedes sentir miedo por algo tan bonito?". Y es verdad, con un carajo: si puedo tomar una motosierra y atacar un bloque de hielo tan frágil como letal si llegara a caer sobre mí; si duermo con dos potenciales bestias de ataque que en cualquier momento pueden desconocer y atacarme directo a los ojos; si ya superé mi temor paternal y a manejar en esta ciudad, ¿por qué temer a disfrutar una relación?

Total, ya me han dejado en el pasado y de todas me he levantado, a veces nomás sacudiéndome las rodillas, a veces llorando como magdalena, pero me he levantado. Y francamente, Gboy se ha tomado demasiadas molestias, demasiados detalles, como para dudar de sus sentimientos. Wey, tantas veces que he regalado la leche y nadie ha comprado la vaca, conozco cuando alguien vale la pena y cuando alguien nomás quiere divertirse. Y para nada lo juzgo, yo misma lo he hecho.

Pero tras una reflexión con el protagonista de ese episodio de comodidad, en el que él estaba muy cómodo con lo poco que nos dábamos, y la llegada intempestiva de Gboy a mi vida, me doy cuenta que, por mucho o poco que dure, lo quiero disfrutar. El día que me harte o se harte, habrá valido totalmente la pena. Formar parte importante de la vida de alguien es tan satisfactorio. Es, a cierto grado, una forma de validación que no está de más.

Afortunada o desafortunadamente, viene Alaska. Tiempo para enfriar motores y poner las cosas en perspectiva. Hoy por hoy, nos vamos a extrañar tanto, pero ¿quién sabe? Igual nos damos cuenta que nuestra presencia en nuestras respectivas vidas no es tan necesaria. O que el panorama sin nosotros en él es mucho más amplio.

O que realmente llegamos a nuestras vidas para quedarnos. Lo cual, si me permiten confesarles, es lo que más quiero que pase.

Y sin más preámbulo, permítanme introducir a Gboy, el nuevo interés romántico de esta Bruja, a ustedes:

Se ve tan normal, ¿no? Lo más chistoso es que usa traje para trabajar. ¡Traje! No jeans y tenis, como luego me los busco. TRAJE. Y ¿saben qué? Me fascina cómo se ve.

Tuesday, February 02, 2010

formspring.me

Le temes a los alienigenas que hacen fisting en Alaska?

WAAAAAA... calla. Le temo horrores a los alienígenas. HOWEVER, si hay festín de fisting por el fufu, ¡yo le entro! Así sea Alaska, DF, Timbuctú, Peralvillo...

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