Alaska: día... ya perdí la cuenta.

La cosa está así:

desde que llegamos, Hielos y yo nos hemos estado peleando. Ayer noche fue la gota que derramó el vaso para mí. Llegamos al hotel, yo estaba cansadísima y hasta desmotivada, porque avanzamos muy poco. Sin embargo, seguía en pie, seguí en pie hasta el final.

Llegando al hotel, decidí dejar al cavernícola abrir la puerta, porque estaba cansada hasta para quitarme la mochila. Pensó que estaba bromeando, así que se me puso al tú por tú, a ver quién se quebraba primero. Pero yo realmente no estaba bromeando. Cuando por fin se decidió a abrir la puerta, se metió y me la azotó en la cara.

Eso desató mi ira, pero por el bien del equipo decidí bajar al lobby hasta que se me quitara el mal humor. Cuando subí, le pedí que no me hablara, que yo no lo iba a hacer.

El caso es que hoy fue terrible. Llegué a trabajar como si nada, pero cada quien por su lado. Le pedí que él sólo me dijera qué hacer y me puse a hacerlo, hasta que comenzó con su puto ego de cavernícola, así que lo dejé, él diciendo cosas a mi espalda que decidí ignorar, yo frustrada y muy enojada. Llegué a la casa de visitantes del parque y me quebré con las señoras de Registro, que fueron muy comprensivas. De verdad, acá la gente es muy diferente, hasta me abrazaron. Me tranquilizaron y me dejaron ayudarlas, hasta que llegó Hielos a ofrecer una disculpa. No la acepté, pero después de hablar con un papacito francés (chéquenlo en la cámara 31, ay nanitas), decidí dejar MI orgullo de lado, pero él no lo hizo y a los dos minutos comenzó a joder con que cambiara mi actitud. Lo que él no sabe es que NUNCA dejo que mis asuntos personales afecten mi trabajo, pero tampoco dejo que cualquier pendejo llegue a hablarme de esa manera. Le pedí dos veces que dejara de molestarme y se pusiera a trabajar. No me hizo caso, así que me fui de nuevo. En esta ocasión fui a buscar a Chuck, para terminar mi silla. Así que me puse a trabajar (mañana pueden verme trabajar en la webcam del escenario).

Minutos después regresó Hielos con la frase "yo no le ruego a nadie", pero que lo ayudara. Decidí volver a dejar de lado mi orgullo y terminar de una vez con esto. Pero en cuanto le dije que estaba cambiando mucho mi diseño (yo diseñé la figura, por cierto), se emputó, porque era SU diseño, cuando su diseño era una pinchez pinchísima que llegué no sólo a mejorar, sino a cambiar por completo. Lo único que quedó de su diseño fue el ojo.

Finalmente, me retiré por última vez, dejando atrás dos duros días de arduo trabajo, tirando a la basura mi esfuerzo, por las ínfulas de grandeza de un cavernícola inseguro, ignorante, pervertido y apestoso. Hoy casi terminé mi silla de huskey, pero CASI.

Y la próxima semana es el multiblock, en el que participaré con Stacey y su equipo, espero que todo salga muy bien. Porque como saben, mi vida de balances, ya tuve una semana mala... espero una buena.



Lo malo es que todavía hoy vamos a compartir habitación.