Nos recibió un paisaje blanco por donde volteáramos. Anchorage fue la primer vista que tuvimos de Alaska. Montañas blancas y caminos culebrosos desde nuestra vista aérea.
Llegando a Fairbanks, desde el avión pude apreciar que nevaba. No me imaginaba así las nevadas. Yo creía que eran copos grandotes, del tamaño de gotas de agua, de mínimo. Pero es como un talquito que cae delicado, como brisita ni se siente y de repente ya tenía las pestañas llenas de copos de nieve.
Nos faltan dos maletas: una mía y una de Hielos. Lo bueno es que metí una chamarra en cada maleta y no estoy pasando frío. Hielos en cambio sólo tiene sus herramientas y cero ropa. Así que sí está sufriendo un poquito.
Ya salimos a conocer el Ice Park, de rapidito, porque si bien el frío no está muy fuerte, de rato sí cala. Me dan ganas de brincar y tirarme a la nieve, pero no traigo la ropa adecuada para eso. Así que tendré que esperarme hasta mañana.
También tengo hambrita, pero estamos de verdad alejados de cualquier lugar con comida. El hotel tiene un restaurante, aparentemente, pero está como cerrado o fuera de servicio o yo qué sé.
Sobre los organizadores, pues creo que se olvidaron de nosotros, porque Mike me habló de sándwiches y sopa, pero ya pasan de la 1 y no hemos probado bocado. Tampoco hemos desayunado, así que mi humor es neutral, porque mi neurosis de hambre está siendo atacada con positivismo, por la belleza del entorno, por tanto blanco y tantos cuervos ENORMES que hacen cra cra y me remiten a un cuento de Pinin Carpi que era ilustrado con imágenes de Pieter Brueghel.
La verdad, es que a pesar del estrés y de que el caracter de Hielos y el mío chocan mucho, estoy FELIZ.
No olviden que me podrán ver por webcam, a través de www.icealaska.com Busquen al equipo de México en Single Block Challenge o a Julio Martinez y su segura servidora.
Seguiré reportando.
Llegando a Fairbanks, desde el avión pude apreciar que nevaba. No me imaginaba así las nevadas. Yo creía que eran copos grandotes, del tamaño de gotas de agua, de mínimo. Pero es como un talquito que cae delicado, como brisita ni se siente y de repente ya tenía las pestañas llenas de copos de nieve.
Nos faltan dos maletas: una mía y una de Hielos. Lo bueno es que metí una chamarra en cada maleta y no estoy pasando frío. Hielos en cambio sólo tiene sus herramientas y cero ropa. Así que sí está sufriendo un poquito.
Ya salimos a conocer el Ice Park, de rapidito, porque si bien el frío no está muy fuerte, de rato sí cala. Me dan ganas de brincar y tirarme a la nieve, pero no traigo la ropa adecuada para eso. Así que tendré que esperarme hasta mañana.
También tengo hambrita, pero estamos de verdad alejados de cualquier lugar con comida. El hotel tiene un restaurante, aparentemente, pero está como cerrado o fuera de servicio o yo qué sé.
Sobre los organizadores, pues creo que se olvidaron de nosotros, porque Mike me habló de sándwiches y sopa, pero ya pasan de la 1 y no hemos probado bocado. Tampoco hemos desayunado, así que mi humor es neutral, porque mi neurosis de hambre está siendo atacada con positivismo, por la belleza del entorno, por tanto blanco y tantos cuervos ENORMES que hacen cra cra y me remiten a un cuento de Pinin Carpi que era ilustrado con imágenes de Pieter Brueghel.
La verdad, es que a pesar del estrés y de que el caracter de Hielos y el mío chocan mucho, estoy FELIZ.
No olviden que me podrán ver por webcam, a través de www.icealaska.com Busquen al equipo de México en Single Block Challenge o a Julio Martinez y su segura servidora.
Seguiré reportando.
1 comment:
JAJAJ, che brujaaaaaaaaa.. está irreal..... o sea, no te imagino allá. Cabrón... estás en Alaska..WTF!.
Qué chingón!!!!!!.
Por cierto, explica bien eso de la pagina para verte.
Besitos.
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