Being single...

Resulta que mi primo se casó el sábado, con su notsolongtime girlfriend Yéssica. Y la neta es que snif... sí me ganó el sentimiento en la boda civil y se me puso el ojo acuoso.
Y en la boda religiosa/bailongo la pasé muy bien.


Pero la reflexión general fue la misma: soy la última prima soltera. Incluso mi prima dos años menor que yo ya se arrejuntó desde hace un rato, lo que me deja la única solterona.

Ash, like I care.

Y no es mi culpa, total que yo ya estaba offthemarket y el otro se rajó. Pero está bien, como me dijo cierta persona en alguna ocasión de pillowtalk: ¡qué bueno que no te casaste!

Y la neta sí. Yo sé que mi vida sería otra, que incluso mi domicilio ya sería otro. Sin embargo, las cosas que me han pasado en el transcurso del año me han ayudado a entender ciertos aspectos de la vida y de mi propia persona.

Me he tomado mi tiempo en sanar mi último raspón cardiaco. Me apresuré en hacerlo un poco con "el primo", quien bien valemadres se fue como llegó, sin pena ni gloria. Pero no voy a negar que sí sentí feo en el uyuyuy cuando yo tenía muchísimas ganas de hacer cosas que si deveras fuéramos primos se hubiera considerado como incesto... y él nomás no soltaba prenda. Es lo que más me dolió. Que prendiera el boiler y no se metiera a bañar, culero.

Y luego el Black is the new Black. En su caso eran más sus ganas que las mías. Yo ni quería nada con él. Yo nomás de cuates, pero cuando se puso sus moños y que a huevo algo y si no nada, pos nada. Total, que ya salió el trauma de mi papá que fuchi los negros y que lo decepcioné enormemente con mi Rey de Chocolate y pues la neta él no gobierna mi vida, pero ¿pa qué le juego? Mejor respeto entre nosotros y nos llevamos la fiesta en paz. Total, negros, blancos, rojos, nunca serán lo suficientemente buenos a ojos de mi papá, pero si de color se trata, ps mejor ahí muere.

Además, me cuesta mucho trabajo acomodarme a alguien, me choca volver a empezar con otra persona. Un huevo y la mitad del otro, de veras. Luego por eso mejor ni lo intento, o regreso con los viejos malos conocidos.

Sin embargo, este fin de año pinta muy bonito. No les diré que estoy enamorada. Ni que estoy ilusionada. Tampoco enculada (bueno, a lo mejor tantito). Pero estoy cómoda. MUY cómoda. Hay una cama en la que soy bien recibida, no tengo que RSVP y en la que ya no me importa roncar. Donde también hay un gato que se me va a hacer bolita a un lado, así no extraño a las bolitas de pelo de mi propia casa.

Pero sobre todo, hay alguien que me gusta mucho, el gusto es mutuo y la química ahí está. Que se queda dormido en mis brazos así como yo en los suyos, pero el resto de la noche, dormimos en nuestro lado de la cama, sin patearnos o asfixiarnos, y aún así despertamos nuevamente empiernados.


Que me rasca la espalda y me deja dibujar en la suya.

Y que, extrañamente a diferencia de todos los demás peleles de pisaycorre que han pasado por mi vida, él se ve en ella en un futuro cercano. Y aunque yo procure mantener mi distancia, mantenerme al margen de su vida, es justo su optimismo lo que me alienta y me hace sentir cómoda.

Muy cómoda de verdad. Ese sentimiento me gusta más que el amors, la neta. Y siendo así, ¿qué importa seguir soltera?