Y luego dicen que una es descarada por andar con el escotazo por la calle. No no no no no, muchachitos lectores, mi perfecto y abundante escote no se compara a lo que una chicuela hizo en Nueva Zelanda, cuando se hartó de los chiflidos lascivos de los trabajadores en la reparación de una calle.
Esta mujer, una turista israelí de paseo en la ciudad de Kerikeri, estaba a punto de usar el cajero automático, cuando decidió que para calmar a los perros sería bien padre retirar su dinero ¡sin ropa! Por lo que se desnudó, realizó sus operaciones y se vistió, creyendo que con esto tendrían suficiente y dejarían de silbar.
¡Ja! Ingenua chica.
Lo peor de todo es que a la pobre la llevaron a la cárcel y le explicaron que desnudarse en la vía pública es inapropiado en Nueva Zelanda... y pues, creo que en cualquier vía pública del mundo, aunque estoy segura que aquí en México tal vez no sea apropiado, pero sí apreciado (de hecho, yo digo que la mujer, de haberlo hecho en México, no la hubiera contado).
Sólo por eso, Spencertunickeemos la ciudad, desnudémonos en nuestras actividades diarias por la calle, viajemos sin ropa en el metro... a ver de a cómo nos va.
