Pues que esto lo retomo de un comentario que dejé en el blog del Maese, sírvase ud. leerlo y después participar en la encuesta:
La situación es la siguiente:
El patrioterismo de tres pesos de la gente influenciada profundamente por los medios ME CAGA. A ver, ¿cuándo han visto a un australiano ofendido porque ninguno de ustedes sabe cómo se llama su Primer Ministro? ¿Cuántos, a ver? ¿O a un estadounidense porque te pones un paliacate de la bandera de estrellitas y barras, en tu piojosa y cebosa cabeza? ¿O un leopardo, porque usas tangas de animalprint? NEL, nunca. Acéptalo. Los australianos no apestan. En el peor de los casos, la tele apesta. De ese lado del charco, por relacionar programas tan pendejos como Big Brother con nuestra amadísima y honorabilísima patria (yeah, right). De este lado de la azotea, por ver los noticiarios sensacionalistas que llenan la cabeza de ideas tan apestosas como "bujú, miren a los australianos burlarse de nuestros lábaros patrios". No mamá rosario.
Somos muy patrioteritos (pa' evitar el pedo de "tú también eres mexicana, nche malinchistaaaaalaverga chidowankenobi ycitripioencalzones") y vivaméxicocabrones y me voy al ángel a gritar "sí se puede". Pero regreso a mi casa, le grito a mi vieja que me de de comer, en el camino de regreso vengo echándome la chela en el carro y después tiro la lata por la ventana, ¡me cacha un poli! y me safo con una mordida; veo porquerías en la tele y sólo digo "pinche tele de miércoles, no hay nada bueno", pero mi queja no va más allá de aventarle palomitas a la pantalla. Entonces decido salir a comprar una peli... pirata, of course. De paso saco mi basura, que no separé claro está, y la boto en el montón de bolsas que hay en la esquina de la calle. Al rato llegará un perro y sacará los pañales del hijo de la vecina, entre otras cosas más, para comérselos. Y como me da hueva seguir viendo la tele, voy a lavar mi carro a manguerazos. Me vale madres que no haya agua en algunas comunidades, mi carro debe quedar sin una patinada de mosca. Y así las cosas. Creemos que amar a una bandera y a una idea es ser buen mexicano. WRONG. Porque te puedo apostar mil pesito, estimado compatriota aferrado, a que ni siquiera te sabes el himno nacional completo o en el peor de los casos, BIEN (Yo tampoco lo recuerdo completo, pero ¿qué crees? Yo no doy mordidas, separo mi basura, apago la telera cuando algo no me gusta y pago mi luz a tiempo, no me la robo del vecino... ¡y sí me sé bien las tres estrofas de cajón!). ¿Te crees buen mexicano por dar el grito el 15, con lágrimas en los ojos? Pena debería darte. Mejor demuestra tu amor por la patria, siendo buen mexicano, siendo buena persona, siendo buen ciudadano, siendo buen vecino y etc, no ofendiéndote por lo que unos weyes del otro lado del mundo hacen con lo que para ellos es un trapo (añadiré: acá hacen cosas peores, como ridículos sombreros, pelucas y demás artículos que se utilizan para "festejar" aquellos orgullosos momentos de nuestra tresvecesH nación). No te ofendas con la ignorancia de unos cuantos, porque eso demuestra que eres tan o más ignorante que ellos.
La situación es la siguiente:
El patrioterismo de tres pesos de la gente influenciada profundamente por los medios ME CAGA. A ver, ¿cuándo han visto a un australiano ofendido porque ninguno de ustedes sabe cómo se llama su Primer Ministro? ¿Cuántos, a ver? ¿O a un estadounidense porque te pones un paliacate de la bandera de estrellitas y barras, en tu piojosa y cebosa cabeza? ¿O un leopardo, porque usas tangas de animalprint? NEL, nunca. Acéptalo. Los australianos no apestan. En el peor de los casos, la tele apesta. De ese lado del charco, por relacionar programas tan pendejos como Big Brother con nuestra amadísima y honorabilísima patria (yeah, right). De este lado de la azotea, por ver los noticiarios sensacionalistas que llenan la cabeza de ideas tan apestosas como "bujú, miren a los australianos burlarse de nuestros lábaros patrios". No mamá rosario.