Cuando uno se va...

... queda el espacio para que llegue otro.

Thou', the space you left is a big one... maybe two or three could fill it.

Adiós, Q.

Es difícil decirle adiós a lo mejor que te ha pasado en los últimos meses. Es difícil pretender no hacerse ideas y descubrir que en el fondo estaba peligrosamente cerca a enamorarme. Valoro el tiempo que pasaste conmigo y sabía que esto iba a terminar algún día, pero no estaba preparada a que terminara así.

Sin embargo, gracias. Y espero que recuerdes mi sabor entrañablemente. El tuyo volverá a mi mente cada que beba whisky o Chamucos.

Se aborta la misión. El último en salir, apaga la luz.

Me volví a quedar encerrada en el elevador...

Pero ahora sí funcionó la alarma y me le pegué durante 2 sólidos minutos. Claro que nadie hizo nada. En eso se me ocurrió brincar en el elevador. Dije "ps si no sirve, por lo menos me caigo y como es poca la distancia, tal vez me tuerza un tobillo y me incapacito de nuevo y yuhuuuuuuu".

NEL.

No me caí, pero sí se movió el elevador. Y me llevó de nuevo hasta el tercer piso. LO ODIO. Y hoy era el único elevador funcionando. Gademe, comenzaré a subir las escaleras, me vale madres la tos.

Niños, no lo intenten en casa.

El fin de semana me sentía muy, muuuuuy mal. Así que me retiré a los aposentos de descanso de la familia Cabrera Meneses, quienes amablemente me alojaron, en compañía de Mademoiselle Janin y Sir Jonathan. También asistió como invitada la Srta. Karla, quien completó el entourage.

Esperábamos plácidamente la llegada de las viandas, cuando decidí realizar un experimento. Audaz y activa como soy, quise inventar un nuevo deporte, que involucraba un objeto del mobiliario y los verdes prados de la propiedad.



Como se explica la imagen por sí misma, la fricción entre el cojín y el pasto fue demasiada. Las consecuencias, catastróficas. Cabe mencionar que la empresa fue fallida y el deporte no tendrá éxito.

Tal vez si lo intento en hielo...

Ya ni les conté...

Que hoy me quedé atrapada en el elevador. Regresaba de la enfermería (por una "faringitis laboral", como llama el doc a la tos de perro que me da por el puto aire acondicionado), me subí al elevador que gran parte del tiempo estuvo descompuesto y SI A MÍ ME LO PREGUNTAN, sigue igual. Total, entré al cubito diminuto e inestable, esperé los mil años que tarda en cerrar la puerta y presioné el 2.

Llegamos al primer piso sin problemas y ahí fue donde la puerca torció el rabo. La luz del 2 se apagó y el elevador se detuvo. Ahí, a la mitad del 1 y el 2. Y yo escuchaba cómo las puertas de alguno de los dos pisos abrían, pero no mi puerta. Así que los primeros 10 segundos me dediqué a picar el 2, pero no encendía la lucecita. Después, otros 10 segundos picando el 3 y lo mismo. Cuando piqué el 1, el elevador de miércoles de miércoles se regresó al piso 1, pero NO abrió la puerta, entonces volví a picar el 2 y la locura de las luces comenzó.

De verdad, mis temores de la infancia y la diminuta claustrofóbica que habita en mí dieron señales de vida. Empecé a echarme hacia atrás, hasta topar con la pared. Justo cuando comenzaba a hacerme ovillo en esa triste esquina del elevador, éste se movió repentinamente hacia arriba y se detuvo en el tercer piso. En el que por cierto, salí volando.

Por supuesto, el resto del día utilicé las escaleras. Malditos inventos del diablo.

Momentos Clave.

Ese es el tema de la semana en Metatextos.

Hay buenos relatos en esta ocasión, también pueden leer uno mío, por supuesto. Claro, después de un sudoroso proceso de creación y publicación, ay qué dolor. Vayan a leerlo YA YA YA.

Y se fue el avión...

Y se lo llevó a él también.

Descanse en paz, Ricardo Gonzalo Pedro Montalbán Merino.

Y que me la sueltan...

"¿Cuándo será que seas tú la que llegues para quedarte? ¿Cuándo será que te quedes quieta?"



No lo había pensado de esa manera.







Escuchando en este momento: Payaso, Javier Solís. ¡Qué va!

Si TÚ me pidieras que me quedara...

... no lo haría... pero pensaría seriamente en volver inmediatamente.

Pero si me pidieras que me quedara la noche contigo, no lo pensaría dos veces.

Lamento mucho que nunca harás ninguna de las dos.

New year...

... the same bitch.

Cheers!!