Esta noche fui a un bar ubicado en el piso 46 del WTC. Y no es por nada, pero... no es un bar... es lo que se llama comunmente "antro". Y como le contaba a Doña Chef ayer tarde, yo no soy antrera, como que esa etapa ya se me pasó. Vaya, que sí fui a muchos antros (y muchas veces al mismo) durante mucho tiempo. Y tuve mi etapa "Fixión" durante la prepa, mi etapa "Lulu" durante mi año sabático y mi etapa "Quintín" después de terminar la uni. Pero hoy, justo hoy, me sentí como una completa extraña en un antro.
Había pasado mucho tiempo desde la última vez que había pisado uno. Desde entonces, puro bar, coto, fiesta, desmadre, viajes, viejas, chupe de banqueta y rock. Y hoy llegué a un lugar extraño, custodiado por un enano pelónmamóncagón que me obligó a sacar mis mejores armas para que no la hiciera de a jamón (bien dicen que más jalan dos tetas que dos carretas), rodeada de gente que se sentía muy bonita o muy pudiente, pero que nomás no. Ah... y mucho chamaco de 18 años, que por mucho que me hagan salivar, lo pendejos no se les quita.
La neta la neta la neta, no hubiera ido de no ser porque hace mucho no veía a mi amiga Alice. Y finalmente ella se la pasó con su chicoché en el beso abrazó arrimón y yo la pasé medio bailando junto al tío del novio de la hermana de Alice (que tío y todo, es un jovenazo que está de bastante buen ver, pero él también medio bailaba por su cuenta, así que no se emocionen, aunque hubo química en el carro, no pasó nada... snif).
Y pues no. No me gustan los antros porque no puedes platicar, no puedes echar desmadre bonito, no puedes payasear sin que te volteen a ver feo (que en casos normales me vale madres, pero no cuando me pueden pedir que desaloje el lugar). Muchas rolas que no me gustan y el resto que no conozco, porque en un año (más o menos) las modas cambian cabronamente. Más de una vez me pregunté ¿y esa rola qué pedo? Dos veces me pregunté sólamente ¿¿qué pedo?? (con el cover de Jeans a Daniela Romo y la canción SentiMETAL de... adivinaron: Moderatto). Y toda la noche en mi mente voló la pregunta ¿qué hago aquí?
En fin, que como las chachas, no me hallé. Y ya ni porque iba invitada, con buena vibra y mucha pila... pero no. Detesto un lugar donde es casi mandatorio bailar. Bailar A HUEVO no me gusta. Bailar cuando se me da la gana sí, y vaya que han visto que bailo. Pero esta noche, bajando por el elevador express, sintiendo cómo se me tapaban mis oídos e intercambiando puntos de vista con mis amigos, me sentí VIEJA por primera vez.
Y no sólo por no saberme las canciones nuevas, sino por emocionarme cuando pusieron "You can leave your hat on" con Joe Cocker, o por saberme el pasito gruperito (de grupal) de "Saturday Night ti ri ri nari nara naaaa, be my baby" (ya saben cuál: pelusa por aquí, pelusa por allá; dedito por aquí, dedito por allá; rumba pa' derecha, rumba pa' la izquierda; brincoatrásadelanteatrásaunlado"). Y no mencionaré el hecho de que coreé una canción de los BSB's. Me siento vieja y apenada.
Por lo que concluyo en algunas cosas:
- El hombre antrero promedio es así, y cuidado chicas, que son unos depredadores muy idiotas, no vale la pena perderse con ellos: jeans deslavados, zapato de vestir negro, camisa negra arremangada, pelos de piquito, barba de candado opcional, así como la cruz en cuerito negro o el collar de pucas. Siempre beben brandy con coca (nacos) o algún trago inventado para putos, que incluye rebanada de frutita en la orilla del vaso. RECUERDEN que los hombres de a devis se empinan la chela de la botella o toman tequila. A HUEVO.
- Por muy cómodos que sean mis zapatos, termino odiándolos y pensando que la regla de NO tenis en los antros es muy estúpida. MUY ESTÚPIDA.
- Sigo sin bailar reguetón. QUE NO LE DIGAN, QUE NO LE CUENTEN: YO NO BAILO REGUETÓN. Porqueeeee una cosa es saber bailarlo, y otra hacerlo. PUNTO.
- Y por muy inocente que suene la canción leguetonela, no faltaran tetascolasculoscacapis en sus videos (hence: la canción que dice que quiere una chica linda de buenos sentimientos, ilustrada con unas gatúbelasleguetonelas agarrándose las chichis como si de eso dependiera su vida, y culos sudados contoneándose al litmodeleguetón AH EHsuenaeleguetón!!!).
- Una francesita que canta en vivo con un trajecito negro de hot pants y kinky boots es tan poderosa que TODOS los hombres dejan de bailar para admirar el pececito en su nalga.
- A menos que haya unos vodka tonics a mi disposición, no volveré a pisar un antro, por muy bonita vista que tenga.
Perooooooooo, merece mención aparte el supersexypercusionista que se subió a la barra a tocar su tambor... estuve a punto de ofrecerle dos bongoes con excelente acústica.... if you know what I mean.
¿Quién me invita una chela? Necesito limpiar mi espíritu de tanta onda mainstream de super mal gusto.