Para el frío.

Aquí mis sugerencias para combatir el frío que repentinamente se ha dejado venir estos días (peor aun: estas noches):

1. Un lindo abrigo de pluma de ganso, de preferencia que llegue hasta las rodillas, para evitar cualquier aire polaco. Si somos más nacionalistas, un jorongo de Chinconcuá o un sarape de Saltillo hacen mil maravillas.
2. Una taza de chocolate Abuelita, o la receta de su preferencia, acompañado por unos churros, una concha, una dona o lo que se apetezca. Ya si se quiere tomar el fresco, camínense al Moro por un chocolatito a la francesa.
3. Un tequilita derecho, seguido de otros más. Pero con moderación. Sugiero, por supuesto: Chamucos, Cazadores o de plano, un Jack Daniels o Johnny Walker para los de paladar más internacional.
4. Calistenia intensa. La ventaja de esta opción es que no sólo quita el frío, también ayuda en la conservación de la línea. Si no saben ejercicios de calistenia, un bailecito movido (La Technocumbia, Mayonesa, Follow the Leader, 123 con el Símbolo) también surte efecto para activar la quema de calorías en el cuerpo.
5. Si se tiene la posibilidad, una fogata o una chimenea, que además de calentar el ambiente, lo ponen en un mood romántico. Mis mejores fogatas han sido en Tlanixco, Tehuistla, Meztitla y Apotla. Las mejores chimeneas: Ajusco, Zirahuén y un lugar del cual no recuerdo el nombre.
6. De no contar con la posibilidad, un calentador eléctrico funciona también, permitiendo incluso evitar accidentes que involucren alfombras quemadas, en el mejor de los casos (podrían ser pelos o pieles, eso sí sería terrible).
7. Una cobija con orejas, con la cual sea posible empiernarse cómodamente por las noches. Yo tengo dos que tres preferencias, cinco o seis si contamos de todos los colores, pero ninguna que les pueda ofrecer como opción.

Personalmente, mi favorita es la última sugerencia. Irónicamente es la que menos al alcance tengo... snif, ya ni pedo; otra noche de frío para la Bruja.