Sangre, sol y arena

Ya lo dijo Agustín Lara: con esas tres palabras definió la "fiesta brava". Yo la definiría más bien como... no se. No podría hacer una definición clara sobre lo que es estar dentro de la bestia, la monumental, el "coso". Tal vez, tres palabras serían "glamour, pistaches y cerveza".

Esta soy yo "glamourosa" en el tendido de sombra. El señor de la cachucha azul fue mi mejor amigo en esta experiencia: él vendía la chela.


Conozcan a mi papá. Se nota cañón el parecido, ¿no? Él me pidió que experimentara la corrida antes de condenarla. Sus argumentos fueron sólidos, así que fui a petición suya.

Ya había mencionado la chela, ¿no?

Tomé fotos de la corrida, pero sinceramente, no es lo importante. Ya dije que sí me gustó. Me gustó incluso la misma corrida, hasta el momento en que salen los putos panzones trepados en caballos más propicios para el retiro y comienza la matanza. Porque si tan sólo fueran hábiles estos putos panzones, el toro sólo sufriría una herida, ¡pero nooooooooo! estos pinches putos panzones se equivocan y vuelven a picar al toro copiosamente. Idiotas. Disculpen mi francés.

No voy a negar el garbo y el temple de los toreros. De verdad que se lanzan sin miedo y enfrentan a un animal de casi media tonelada. Lo enfrentan, eso se les reconoce. Especialmente un tal José Tomás. ¡Hijo de la ostia! No se movía ni un centímetro de donde terminaba parado. Sí, la verdad es que las corridas son apasionantes. Todo sería completamente diferente si los toros no fueran maltratados. Los toreros son muy buenos toreando, pero pocos son los buenos matando, así que el toro sufre mucho más. Un toro, de plano salió caminando del ruedo, porque después de varias estocadas y muchísimos descabellos, el inepto de Amaya (el torero más joven) no logró tirarlo.

Escuchar los "oles" estremece todo. Pero escuchar los bramidos del toro cala hasta los huesos. No me parece justo, ni para los toros, ni para la fiesta que todo se manche de sangre al final.

Ah, pero les cuento de MI final. O mejor sólo los dejo con imágenes.

Los mejores tacos de machitos que he comido en mi vida. DELICIOSOS.

Entonces, finalmente mi descripción de la fiesta brava sería "glamour, tacos y cerveza". Esos sí que los gocé. Fuera de eso, no vuelvo a pisar la Plaza México (qué bueno que los tacos están afuera).