Wednesday, July 29, 2009

Sobre Metatextos...

A veces se me olvida avisarles por aquí cuando posteo en Metatextos. Como el ejercicio antepasado, uno de mis favoritos hasta la fecha.

Y a lo mejor muchos de ustedes (o sea, dos de mis tres lectores) no saben que escribo en ese espacio.

Por lo queeee... me daré a la tarea de revivir unos cuantos cuentos que ya se encuentras publicados allá. Menos los del sujetillo ese que ya hueva, pero que en su momento inspiró dos cuentos, los que omitiré, por supuesto.

Aquí, el primero, ligado a la peor de mis fobias:

APOTEMNOFOBIA

Hermosa era una palabra que casi la describía a la perfección. Perfecta hubiera sido, de no ser porque le faltaba una pierna. Hasta su nombre era perfecto: Ana Paula; hermoso cuando me llamaba por teléfono: “hola, habla Ana Paula”. En ese momento yo sentía bien bonito. Pero nada más recordaba su prótesis y me estremecía de miedo.

Dos años quise ser su novio y no me atreví. La quería pero deseaba en secreto que le volviera a crecer la pierna. Ella me adoraba y odiaba en secreto porque nunca me atreví a más que besarla. Yo pensaba qué pasaría si la veía desnuda. ¿Se quitaría la prótesis? No lo hacía para las prácticas de porristas. Pero si era yo el suertudo que le quitara la virginidad, ¿tendría que quitarle la pierna también?

Yo la hubiera hecho mujer tan pronto dejáramos la secundaria. Y quería hacerme hombre con ella, pero ante su pierna no era yo más que un escuincle aterrado, por traumas de la infancia. Por ese tío incompleto, con un garfio, a la usanza pirata, que me acariciaba las mejillas con su muñón.

Ana Paula me daba mucho miedo, como todos los amputados. Pero la amaba, era un ángel de cabello negrísimo y cara pecosa que diosito por envidia no terminó. Bueno, finalmente no fue culpa de dios, sino de la borracha de su madre.

Era hermosa e inteligente, nunca se avergonzó de su pierna de palo. Yo ansiaba que usara pantalones, para no ver el falso brillo del barniz, pero siempre usaba falda, salvo en deportes, que usaba shorts. Era terrible ver su hermosa pierna blanca y tersa, llena de vida y junto una horrenda imitación inerte, de falso rosa brillante, como marioneta.

Quería tanto a Ana Paula, pero me provocaba terror imaginar su muñón desnudo.

4 comments:

Anonymous said...

Lo siento, pero está pitero. Piterón, si prefieres.

P. Brux from Hell said...

jajajaj "lo siento".
Ni lo siento ni me importa.
Eh... a menos que seas editor de Alfaguara o mínimo de Diana... pero todos aquí sabemos que eres un pobre diablito que toca la guitarra y alborota y brincaba y cantaba y reía y decía dónde diablos la guitarra se quedó...

Lilo said...

Me encantó...amorss vs Apotemnofobia...

que fuerte¡¡¡

cómo se le llamara a la fobia de sentir miedo a las personas indigentes y a las personas con retraso mental?... si yo tengo muchas fobias pero esas son las peores.

Un abrazo Brux¡¡¡

Anonymous said...

Pues a mi si me gustó.

Se me hace ingenioso igual que el de Camelia.

Nos vemos.