Yo ni sabía que México jugaba el sábado. Y mucho menos contra Francia. Tampoco Que Zidane ya se va a retirar. Pero de pronto mi día de shoppin' en el Centro se convirtió en un día de fútbol. De pronto, cuando ya íbamos cargados de bolsas y bolsas llenas de cosas sin sentido, mi papá vio un letrero anunciando el partido y la hora. Así que decidimos buscar la cantina más cercana para ver el partido. Sería mucho decir que fue en una cantina, ya que el Salón Luz (Gante esquina 16 de Septiembre) no es promiamente una cantina, en palabras del mismo mesero. Sin embargo hay fútbol en teles grandotas... y mesitas para dominó (de esas con un lugar en la pata para poner el vaso y que no estorbe en el juego).
Pero en serio, el fútbol no tiene ningún significado para mí. No entiendo nada ni roconozco a nadie, salvo a los que salen en los comerciales de Nike o Pepsi (Rafa Márquez tiene una nueva fanática). Pero la experiencia de ver el gut en un lugar así, y con la compañía de un padre feliz, es de verdad especial. Incluso el fútbol sabe bien cuando se sazona con chelas y carne tártara.
Pero en serio, el fútbol no tiene ningún significado para mí. No entiendo nada ni roconozco a nadie, salvo a los que salen en los comerciales de Nike o Pepsi (Rafa Márquez tiene una nueva fanática). Pero la experiencia de ver el gut en un lugar así, y con la compañía de un padre feliz, es de verdad especial. Incluso el fútbol sabe bien cuando se sazona con chelas y carne tártara.
2 comments:
Rafa M. es un papiiiiiiiiiiito... pero en el comercial de pepsi sí, pepsi sí da da da se ve como Cristo de Iztapalapa.
Sabroso, pero con el cabello agarradito.
esas patas pa' la chela son la onda
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