Durante el transcurso del tiempo, la palabra "partidos" ha sido definida de las más variadas maneras. Sin embargo, todas estas definiciones se refieren básicamente a la misma idea: el ejercicio del poder político. La evolución de los partídos no fue rápida, la idea general viene desarrollándose desde mucho tiempo atrás. Es hasta hace relativamente poco tiempo que el concepto como lo conocemos se conforma.
Los partidos políticos nacen como una necesidad, tanto de orden como de organización, para así entender los procesos políticos que han sido siempre íntimamente ligados con los procesos sociales, así como la elección acertada de un evento de relevancia nacional.
A pesar de que la esencia de los partidos fue creada por élites sociales de ideas conservadoras, fueron los grupos de izquierda, los liberales, quienes hallaron en los partidos una solución efectiva a sus inquietudes. Siempre aquellos con recursos y necesidades fueron los que persiguieron la idea de los partidos políticos. Sin embargo, muy pocos la alcanzaron, dada la misma corrupción y pusilanimidad de algunos participantes de este fenómeno.
Se podría decir que los partidos no son sólo un concepto sólido, sino una mezcla homogénea de varios factores, con la influenca de las organizaciones políticas existentes antes de la aparición de los partidos, la iniciativa privada, en cantidades menores la población misma, las minorías. Todos estos factores contribuyeron al origen y evolución de los partidos.
Como cualquier instrumento de poder, los partidos fueron y aun son perseguidos por aquellos interesados en manipular algo muy poderoso y fuerte: el gobierno. Algunos, siendo grandes influencias sociales también quisieron serlo en el aspecto político y e sirvieron de la influenci que experimentaban sobre sus grupos para obtener su favor y sus votos.
Son entonces los partidos un instrumento peligroso, que puede usarse para fines tanto positivos como negativos, y depende en que manos caiga este poder y el uso que se le de que el resultado beneficie a unos cuantos grupos de los altos estratos o a la población y a las minorías que carecen de un resguardo seguro y una respuesta positiva a sus necesidades.
Los partidos, como las armas de fuego, son mortales en las manos de los estúpidos.
Y que el cielo nos ampare.
El Espiráculo (yes, it's back).
Los partidos políticos nacen como una necesidad, tanto de orden como de organización, para así entender los procesos políticos que han sido siempre íntimamente ligados con los procesos sociales, así como la elección acertada de un evento de relevancia nacional.
A pesar de que la esencia de los partidos fue creada por élites sociales de ideas conservadoras, fueron los grupos de izquierda, los liberales, quienes hallaron en los partidos una solución efectiva a sus inquietudes. Siempre aquellos con recursos y necesidades fueron los que persiguieron la idea de los partidos políticos. Sin embargo, muy pocos la alcanzaron, dada la misma corrupción y pusilanimidad de algunos participantes de este fenómeno.
Se podría decir que los partidos no son sólo un concepto sólido, sino una mezcla homogénea de varios factores, con la influenca de las organizaciones políticas existentes antes de la aparición de los partidos, la iniciativa privada, en cantidades menores la población misma, las minorías. Todos estos factores contribuyeron al origen y evolución de los partidos.
Como cualquier instrumento de poder, los partidos fueron y aun son perseguidos por aquellos interesados en manipular algo muy poderoso y fuerte: el gobierno. Algunos, siendo grandes influencias sociales también quisieron serlo en el aspecto político y e sirvieron de la influenci que experimentaban sobre sus grupos para obtener su favor y sus votos.
Son entonces los partidos un instrumento peligroso, que puede usarse para fines tanto positivos como negativos, y depende en que manos caiga este poder y el uso que se le de que el resultado beneficie a unos cuantos grupos de los altos estratos o a la población y a las minorías que carecen de un resguardo seguro y una respuesta positiva a sus necesidades.
Los partidos, como las armas de fuego, son mortales en las manos de los estúpidos.
Y que el cielo nos ampare.
El Espiráculo (yes, it's back).
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