Totalmente fascinante, es justo como me gustaría ser. Sin medias tintas... ahhh, pero no.
Verán, lo que pasa conmigo es que en cuestión a la persona que soy, tengo buen lejos. O sea, cuando la gente me conoce, algo les gusta de mí. Mi sentido del humor, mi sonrisa encantadora, mis ojos hechiceros, mi voz de sirena... o al revés... no sé, el caso es que algo les gusta así como de entrada.
Luego bien mirada, ya no les parezco tan fresca, simpática, agradable inteligente, etc. Me encuentran neurótica, repetitiva, mamona, aburrida, infantil... y se van. Salen de mi vida sin mayor problema, sin importarles qué pensaba yo de ellos y sin darle una mejor mirada al entramado.
Tonz, yo como cachorrito, me emociono, me encariño (en el peor de los casos me enculo) y después del abandono, quedo como perro sin dueño: miserable, deprimida, confundida, luego emputada y después ni pedo, resignada.
Y esto no aplica como que nomás pa' intereses amorosos/sexosos. Aplica también con mis amigos. Así he tenido amigos por quienes yo digo "al chile por ti lo que quieras, carnalito/ita". Y porque de hecho con los amigos soy más entregada que con las parejas. Tonz, que de repente los amigos digan "pos al chile yo no, así que compermisito" y me quede así de WTF, ps se siente bien gacho.
Luego, en los casos más escasos, pasa lo contrario. Hay gente que de entrada me encontró ordinaria, vulgar, ruidosa, mitotera, de hueva y fea como la chingada, pero ya sea por ocio o por falta de una ruta de escape se quedaron el tiempo suficiente para ver que debajo de tanta mugre hay cosas buenas.
¿Saben qué me pasa bien seguido? Les contaré el caso de Ab. Lo conocí en una tertulia de "poetas", que sí se dedican a la poesía y escuchan trova y toman café con cigarrillos (así súper cliché pero sí existen y SÍ se reunen en Coyoacán, jojojo). Yo nunca he sido buena para la poesía, pero soy excelente pa' la cantada (modestia aparte) y me defiendo con la guitarra (nomás a guitarrazos, porque la neta tengo más dedos de costurera que de guitarrista, pero ps de que le rasco, le rasco).
En fin, conocí a Ab. y me pareció incluso atractivo, a pesar de la papada, los lentes y ese color moreno que no me gusta. No me malinterpreten, no discrimino, pero hay cierto matiz de moreno que no me late. Ajá, porque no nomás somos blancos, negros y amarillos. El cochino café tiene tantos matices y yo incluso a veces llego a ser roja y es JUSTO el matiz que le sigue al café rojizo el que no me gusta y Ab. lo tiene.
Total, que ahí andaba su segura servidora tratando de parecerle atractiva o ya de menos digna de atención al mentado poetucho ese.
Y nada. Me cae que no sé si era porque me esforzaba demasiado en estar presente pero sin parecer necesitada de afecto, pero ps su respuesta era básicamente "ah, órale".
Total que un día, en una pedilla en casa del compadre de la familia, el buen Miau (¿era en casa del Miau? ah, ya no recuerdo). Bue... en la pedilla, comenzaron a pasar la guitarra pa' echarnos el palomazo de rigor. Yo ya había cantado antes en aquel grupo, pero siempre el mentado Ab. estaba ausente. Cuando toca mi turno de cantar, comienzo el arpegio sabrosito del cover que me ha convertido en leyenda urbana y con el cual tengo el éxito garantizado en las pedas donde haya guitarra. El otro mono, ji ji ji, jo jo joechodesmadremientrastocaspendeja... y que comienzo a cantar. BOLAS, que se queda bien calladito. Así mal pedo. Repito, modestia aparte, pero no era la primera ni última vez que pasaba.
Total, que la hora del aficionado pasó y ps comienzo a despedirme de los asistentes y cuando llego a él, aquel con su rictus más seductorperonomeimportatanto: "oye... neta que no sabía qué bonito cantas, deveras ¡qué bonito! Oye y... a ver cuándo salimos por un café".
O sea WTF! Antes de cantar le era muy inclusive y después hasta carita seductora ponía y bien enfático y la onda. Neta que me sacó de onda utterly. Y como él, obtuve la misma reacción de Otthoniel, Gabriel, Jorge, Alex, Armando, Alejandro H., y un largo etcétera que incluye a varios lectores de este blog (no se hagan weyes, obvio también hablo de ustedes, pero ni merecen la mención directa, pedorros prrrrrt). Y ps... no mamar, no se vale. No puedo andar cargando una guitarra por la vida esperando que se me presente la oportunidad de echarme unos gorgoritos hechiceros.
Sé bien que tengo otras cosas que llaman la atención pero son esas que digo que tienen el efecto temporal, pero la que ha demostrado ser la más efectiva ha sido la cantada. ¿Qué hago? ¿Me vuelvo juglar vanguardista? ¿Voy por la vida repartiendo cassetitos con mi voz? ¿Invito a mis intereses amorosos a un karaoke y los cautivo con una melodía de la Durcal?
Todo esto, a raíz de que ahora que me interesé en ESA causa perdida de la que hablé previamente. La última vez que salimos (que ahora parece tan lejana), también me escuchó cantar y me dijo, así bien cool bien relax: "oye no cantas mal... no cantas naaaaada mal". Y yo así de "jijiji, ay gracias, jijijiquépena".
Pero desde entonces nada de nada y a mí la neta me da mucha pena decirle así de "oye, ¿sabes qué? la neta me gustas mucho y me gusta pasar tiempo contigo y aparentemente a ti también te gusta, pero no sueltas prenda y yo ya te quiero escarbar las muelas con la punta de mi lengua". Porque lo que pasa cuando canto es que yo ya no he tenido que hacer nada ni decir nada. Solitos dan el primer paso.
¿Tonz qué hago? Me caga ser mujer y estar tan dogmatizada que no pueda tirarle el perro a alguien así. Siempre me ha costado trabajo porque en el fondo, muuuy en el fondo, soy bien ranchera.
Aunque así la neta, me encantaría llevarle serenata, así yo digo que pasa una de dos cosas: se da cuenta que me gusta harto harto (si las constantes invitaciones y los ojitos pispiretos no le han dado pistas de ello) o se súper enamora de mi melodiosa voz de Blanca Nieves en el bosque...
¡pero vive hasta surechingadamadre IxtapalucaWTF! ¡Me lleva el carajo!