Este Beat sí me mueve.

Pues resulta que anoche, mi amigo Jaimito el Cartero y yo nos enfilamos todo eje 3 y dimos vuelta a la derecha en calz. del hueso... lo que estuvo mal, porque no queríamos salir a Miramontes, sino al Mr. Taco, donde cada viernes y sábado los vatoslocosmensangreporsangre del Circo Beat hacen suyo el escenario Y a la audiencia. En serio, deberían escuchar cómo hablan emocionadas las mujeres en el baño acerca de ese bajista de pelo en pecho, o del guitarrista de ojos pispiretos, o de los brazos abrazooooooones del bataco, sin mencionar las inmencionables cosas que quieren hacerle a Peewee, el vocalista (el artista antes conocido como El Rizos).

En el lugar, en apariencia apretao y caluroso, se concentra la gente más diversa del mundo: desde universitarios caguameros, hasta nenas con el último grito de la moda del tianguis, que llegan muy cucas para escuchar a la banda y, tal vez, ganarse una jarra de chela enseñando la raya... nunca me quedó claro si la de adelante o la de atrás. En fin, yo no participé, porque hubiera sido una competencia muy injusta, tomando en cuenta mi arsenal y artimañas de comehombres.

A James tengo poco de conocerlo, sin embargo existe una conexión así grueeeeeexa como deja vú o la certeza de que hay vidas pasadas y coincidimos en una de esas. Así que pasamos una noche muy divertida, el maldito tiene un carisma increíble con la gente, hicimos amiguitos con el vocalista de System of a Down Región 4 y su finísima novia que no bebe.

Claudita cara de Ratita le estaba tirando el can a mi cuate, pero no soy compartida y puse cara de celosa. Digo, es que después ¿quién me iba a regresar a mi casa?

Por fin conocí al buen Marco Beat y a Carlitos Way Beat (way too beat), que resultan ser el complemento perfecto al cuarteto de Le Cirque; confirmé de nueva cuénta cuánto aprecio a Peewee y a Beto Soymuymacho Beat y lo mucho que harán falta si no llegan el próximo fin (les recuerdo: la peste sobre sus casas). Que por cierto, el 30 es el cumple de Marc, así que ya hay dos motivos de júbilo, wiiiiiiiiii.

Mr. Taco es un lugar recomendable para todo aquel que goza de los covers bien covereados, de un poco de desmadre ligero (pásame la botellaaaaa... ), sin pretensiones de antro de moda, pero diversión garantizada... y también, a lo mejor, un vistazo a un pezón de las concursantes por la jarra de chela.

Si las viejas se van a volver locas así por mí, chale: quiero ser rockstar.