Thursday, October 04, 2007

Una mariposa.

En esos días de ocio pero no ser ocio, como los días que no salía de casa, pero me la pasaba haciendo lavandería, pasaba mucho tiempo en la azotea de mi casa. A veces, mientra esperaba a que terminara el ciclo de enjuague, miraba hacia las macetas de mi mamá y descubría una mariposa libando. Justo cuando posaba la mirada en la mariposa, esta salía volando; revoloteaba unos instantes por entre las flores y después escapaba.

Así me siento con muchas cosas y personas en mi vida: son bellas, son suaves y proporcionan felicidad y cuando les pongo atención, se esfuman. Pueden pensar que es triste, pero ¿saben algo?


Prefiero haber visto la mariposa por unos instantes, que nunca haberla conocido en la vida. ¿Pero cuántas mariposas más estoy lista para ver desaparecer?

1 comment:

Cookie said...

Chales!!!
Casi, consigues hacerme llorar, en verdad, os erá que en estos días... no ha llovido?