Mi teoría de la balanza hace que me carcajee.

Ya he contado anteriormente la extraña relación entre mi signo zodiacal y mi vida, ¿no?

Sobre que mi vida es una balanza de cosas buenas y malas.

Pero está como descalibrada mi balanza, porque me pasan todas las cosas malas juntas y luego todas las cosas buenas.

Tomemos por ejemplo... uhm... hoy día.

El fin de semana pasado fue un fin terrible. Sufrí mucho y caí en cuenta de muchas cosas. Esa claridad mental me llevó a descubrir otras cosas más que estaba ignorando. Como el hecho de que mis broncas laborales eran más pa'l llanto que la situación que lo provocó inicialmente. Que el mundo no se acaba con el amor y que hay cosas más importantes y mucho más gratificantes.

Antier por la tarde, resolví mi situación en Top. Noooo lo van a creer, pero ya no trabajaré ahí. ¡Oh, pero qué sorpresa, a Joanna no le duran los trabajos! Bah, ps total. Esto es un secreto entre ustedes y yo, ¿eh? Así que discretos. La razón principal es porque no recibo la remuneración que merezco y encima se me ha presentado una oportunidad maravillosa.

Y no pienso desperdiciarla.

Febrero traerá muchas cosas chingonas. A lo mejor recibiré el mes con menos amigos y menos "tiernas ilusiones", pero sé que lo haré más sabia y más curtida y con la seguridad de que los amigos que tengo, son de los de verdad, de los que me aman con mis defectos, de los que me entienden y no me hacen a un lado, simplemente tratan de ayudarme a cambiar y dentro de ese proceso de cambio me ofrecen apoyo. Sé bien que no son amigos que me darán la espalda a la primer situación que no les agrade, porque "pinche Juana, que la aguante su mamá".

Alejarme un rato de la ciudad también será un plus. Un gran plus, considerando la ciudad tan loca en la que vivo. Es un respiro tanto para mí, como para las personas cercanas a mí. Están los que desde ahora se dan cuenta lo mucho que les haré falta (muchas gracias, mi Comandante, nos haremos falta mutuamente) y no es que no puedan vivir sin mí, pero también me gusta pensar que soy parte importante de la vida de algunos, sobre todo de los que son importantes en mi vida; están los que ya me preguntan qué les voy a traer (nada, pelados) y los que me piden cosas románticas que desearía traer para mí (auroras boreales y copos de nieve encapsulados, fríos árticos embotellados y una ramita de pino que huela a nuevos horizontes).

Francamente, desearía traerles todo ese nuevo mundo que voy a conocer. Mostrárselos más allá de las fotos, que pudieran experimentar sensorialmente, como lo hice yo. Pero como no se puede, pues se tendrán que conformar con un chingo de fotos.

Por esto, debo agradecer a Hielos por contagiarme un poco de su sueño. Porque este es SU viaje, es SU deseo. Yo voy de mero accesorio, pero hey, peor es nada. Peor sería que ese sueño no me entusiasmara también, que no admirara el trabajo que hace Hielos y no esté dispuesta a ayudar en lo posible.

Tal vez después de eso, a mi regreso, me espere el lado malo de la balanza de nuevo. Pero no importa, el lado bueno siempre es tan placentero, que hace al malo más llevadero. Sé que regresando me topo con desempleo y obligaciones. Pero también con la fuerza y sabiduría de afrontarlas.

Lo único que les pido es que no me dejen caer. Los que son mis verdaderos amigos, los que de verdad me quieren, por favor no me dejen caer. No me abandonen. Ustedes son mi sostén, son mi motivación también. Por mi parte, les prometo mi cruda, pero siempre efectiva, honestidad. Sé que no soy una persona delicada, pero también sé que de alguna manera, es mejor tomarse la medicina amarga de un chingadazo, que dorarles la píldora. No tengo más que ofrecerles, pues esta es mi naturaleza y no se otra manera. Puedo ofrecerles la disposición de aprender, siempre y cuando estén dispuestos a instruirme en las bellas artes de la sutileza.

Pero por favor, en serio: no me ofrezcan su apoyo para después quitármelo. No me dejen caer.

Los quiero.