Tuesday, May 12, 2009

La Noche de las 200 Motonetas, el muerto, el taxista del infierno y la vieja gritona: Segunda Parte.

Como habrán podido leer en la versión de BK, ni bien nos habíamos incorporado al flujo vehicular de Tlalpan, tuve a mal ponerme adelante de un carro que aparentemente llevaba mucha prisa. Se me pegó así cabrón y me echaba las altas y yo venía súper frikeada de lo de las motonetas, así que cuando pude me le quité de enfrente.

Resultó ser un putito taxista en un vocho, que tan pronto me rebasó, se cambió al carril de baja y empezó a desacelerar.

Pluto de Miércoles.

Oh, pero como podrán adivinar por el título, la noche no termina ahí.

Al llegar a mi casa yo ya estaba lista para dormir. Totalmente lista, en serio. Así que acomodé mi cobijita en mi sillón (es que he estado durmiendo en la sala, debido al estado de desastre en el que se encuentra mi recámara), mi almohadita, me encueré y ¡aaaaah, por fin a pegar la pestaña!

WRONG!!!!!

Una fina damicela comenzó a gritar en la calle, tal y como si la estuvieran violando. Yo pensando lo peor, me asomé y no vi nada, sólo escuchaba a los perros ladrar. Así que dije "uy, nada que pueda hacer por ella". Volví a cerrar los ojos y como vil caricatura de Pablo Morsa y Chilli Willi., otra vez el chingado grito. En esta ocasión, al asomarme vi a un hombre sentando a una mujer en la banqueta. Ella se veía evidentemente afectada, de momento no descubrí si por alcohol o por la influenz... influencia del hombre (lo siento, la costumbre, ash).

Miré por un rato para sopesar la escena. Él se hincó junto a ella, en un gesto de confianza. Ella no hizo nada, así que deduje que eran novios en acalorada discusión. "Espero que ni tan acalorada" pensé, para que me dejaran dormir.

Cuando me disponía a cerrar el ojo de nuevo (sí el ojo, nomás tengo uno, el otro es falso y luego no cierra), los gritos volvieron, acompañados de golpes. "Oh shit", me levanté muy irritada, abrí la ventana y solté un sonoro: "¡Cállense por favoooooooor!", para el que recibí una fina respuesta.

¡CHINGAS A TU MADRE!

"Hija de la carabina", pensé. "Ya llegó tu Gina Montes". No es cierto, la verdad no pensé eso, esa frase la aprendí de Marisoleil hasta el día siguiente, pero chale es que me encantó y quería usarla en mi post. Aprovecho pa' saludar. ¡Hola, Marichola! ¡Hola, Dami!

"Hija de la chingada" pensé de a deveras. Pero luego vi al noviecito y... ¡es que yo seguía re frikeada por lo de las motonetas! Tonz me acobardé de bajar y hacérsela de a jamón. Pensé "chale, pues ya la tiene metida en el carro, a lo mejor ya se van".

Y bueno, decidí hacer la paz e intentar dormirme. Justo cuando me metí en mi cobijita en mi silloncito en la sala de mi casita, escuché.

-¡CINCO AÑOS, CABRÓN, CINCO AÑOS CONTIGO. ¿QUÉ QUIERES DE MÍ? ¡¿QUÉ QUIERES?!

No lo pude resistir, abrí la ventana y grité:

-¡QUE TE CALLES, CARAJO! - eso quería yo.

A lo que siguió otra perorata de leperadas e improperios contra mi santa y ya no tan dormida madre, que salió a decirme que yo la había despertado, no los gritos de la vieja. Ahí fue donde me enchilé. ¡Hicieron que despertara a mi mamacita, motherfuckers! Así que decidí llamar refuerzos. Nel, no llamé a las PITAs, son re maricas también. Llamé a la patrulla. Y sí, me vi bien marica vieja mamonargüendera llamando a la patrulla, pero lo hice y qué.

Cuando llegó, bajé ya muy gallita, enfundada en jeans y playera, aún maquillada (se me había olvidado desmaquillarme) y ravishing, dispuesta a ganarme la simpatía de los polis. Al bajar, noté que una vecina ya se había asomado. Oh hell, yo la neta no quería pedos, yo namás quería que se llevaran a Borrachina Quetodomundoseentere de mi calle.

Cuando llegué, eso mismo le dije a los polis, que no quería que se los treparan ni nada, que simplemente no estaba interesada en sus problemas de pareja y la señorita claramente quería que todos estuviéramos al tanto, que por causas que a todos les debían valer madres, estaba durmiendo en la sala... o intentando dormir. Los polis me informaron que los "chicos" le habían dicho que estaban perdidos, a lo que respondí que no era cierto, pero no ahondé en detalles. Le pedí que de la más atenta manera escoltaran a los jóvenes fuera del fraccionamiento, ya que el fabuloso cuerpo de vigilancia evidentemente se encontraba evitando un robo o algo más importante, porque no se habían presentado.

De pronto la otra vecina se acercó y me dijo "ay, yo también quería llamar a la patrulla, pero no sabía a dónde, ¿me podrías dar el número?". Eso a mí me pareció la mamada más grande de la noche, porque ahora resulta que es una tarea imposible llamar a la patrulla. Le dije "pues llamé a Locatel y de ahí me transfirieron, no es tan difícil". Me caga que la gente se haga el mundo chiquito o se esperen a que alguien más haga las cosas y entonces sí brinquen "ay, yo también lo iba a hacer". MIS HUEVOS SIN CATSUP GRACIAS, QUÉ.

Entonces el poli le dijo a la vecina lo mismo que a mí, que los chicos estaban perdidos, a lo que Vecina Argüendera Sinhuevospallamaralapatrulla exclamó "NO ES CIERTO, VINIERON A PONERSE BIEN BORRACHOTES A ESTA CASA". Y bueno, ¿qué necesidad? Si uno se quiere poner como cola de cochino, está en su soberano derecho, namás hay que respetar el sueño de los otros. O sea, una cosa es una fiesta y otra gritar como vieja loca nomás porque tu novio a lo mejor no te abrió la puerta del carro o yo qué sé.

El caso es que la monilla, desde que yo estaba ahí hablando con los polis, no abrió su boquita. Nomás se dedicó a gemir y sorber sus mocos, acomodarse sus greñitas y pestañear como confundida, cuando era claro que ME LA HABÍA CHINGADO.

-¿No que no te callabas? - le dije, burlonamente.

Encima, el noviecito resultó arrepentidísimo. Me ofreció disculpas por no poder controlar a su morra y que él no quería broncas, que pues sorry. Le dije que sorry sentía yo por él, por tener que aguantar a la gárgola de su vieja.

Y como ya no me sentía con ganas de soportar viejas borrachas gritonas, novios mangoneados, ni vecinas metiches que nomás echan bola cuando alguien más ya lo hizo, me subí a mi casita, me metí a mi cobijita y jussssto cuando me disponía a dormir profundamente,

¡¡NNNNCHIIIIS RETORTIJONES DE BILIS, GAAAAAAACHOSSS!!

Con trabajos me quedé dormida, ya entrada la mañana. Me cae que no lo vuelvo a hacer.

1 comment:

Buen Tono 23 said...

jajajaja siento divertirme con tu desventura pero es que tu relato es la onda jaja y si, a mi me caga los borrachos malacopas, como dices una cosa es la fiesta y otra es el derecho ajeno. saludos esperando que la siguiente noche haya sido distinta, que hayas dormido bien y toda la cosa. ojalá te des una vuelta por aquí