Su ternura era innegable. Su encanto y su conmovedora historia me hacían sonreir. También su humano, que dejó su casa para ir a vivir a una gruta con el bebé oso. Oh, esos días...
NOT ANYMORE!!
A sus siete meses de edad y con más de un millón de visitas recibidas, Knut comienza una etapa "not so cute". ¡Ahora ya parece que te puede partir la madre!
Knut... te desconozco. Snif.
Entre otras noticias y hablando de cositas peluditas (no, Rodrigo, no hablo de tí), una vecina de Knut, en la ciudad de Berlín, provocó un gran revuelo al llegar a su automóvil y ver lo que al parecer era un bandido malvado (ay me encanta cuando las palabras riman y además tienen algo que ver) acechándola desde una van. La mujer alarmada, llamó a la policía, quienes llegaron armados y prestos para la acción, sólo para descubrir que el terrible gandul era ni más ni menos que un castor de peluche en el interior de la camioneta.
La mujer, más adelante, confesó que sólo le dio un vistazo rápido, el que fue suficiente para asustarla y llamar a las autoridades. Un policía, por su lado, no se explica cómo la señora pudo pensar que un animalito tan mono y con sendos dientes de castor al frente, pudo ser confundido con un criminal.
Esta gente, tan prejuiciosa.
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