Thursday, August 02, 2007

Animales delincuentes.


Todos ustedes ya se saben la historia del conejo Trix. Hace hasta lo más ridículo por obtener un pequeño tazón de uno de los cereales más culeros de la historia de los cereales. ¿Y qué pasa? Que los culeros niños no le dan ni uuuuuuun puto mendrugo. En este caso, no sé quién es peor: si el conejo vicioso, o los niños ojetes.

Por otra parte, una historia similar vive el lobo de Cookie Crisp... aquí no entiendo qué pedo. Pinche lobo, pudiendo estar merendándose a la caperuza, anda chingando a los chamaquitos para que le den cereal. Le doy la razón, porque los Cookie Crisp saben bien chidos, especialmente en un sandwich de nutella o de mantequilla de cacahuate.

Pero el colmo del colmito, son esta serie de caquitos recurrentes que han hecho voltear la mirada al reino animal. En primera instancia, está la gaviota ratera, en Aberdeen, Escocia, que como lider de la pandilla alada, entra a una tienda a robar papas fritas. De antología, de verdad. Porque no sólo se las arregla para entrar al local sin levantar sospechas, tomar la bolsa y salir en chinga, sino que también abre la bolsa y le comparte a sus amiguitos. ¡Bien! Aunque, cuando se le quiso entrevistar al respecto, la gaviotita, a la que se le conoce con el alias de "Sammy", se hace la desentendida y se aleja del cuerpo del delito, sin hacer ningún comentario.

Una criatura del señor menos altruista, es una ardilla en Helsinki, que ha sido sorprendida varias veces desenvolviendo chocolates, del tipo "Kinder Sorpresa". Así es: la ardilla desenvuelve el chocolate y después se lo come. No contenta con este atropello al consumidor, la ardilla posteriormente se retira a la naturaleza con el juguete que viene incluído en cada Huevo Kinder y encima ¡no recoge el mugrero de envoltura que deja a su paso!

Es el colmo. Si ya hasta los animales se pasan las leyes (naturales y jurídicas) por el rabo, ¿a dónde irá a parar esta sociedad? ¿A dónde, díganme ustedes? Los dejo con una evidencia de Sammy, porque de la ardilla aun no hay material incriminatorio... sólo las envolturas.



3 comments:

Anfetamina Tóxica said...

Jajaja estas historias me recuerdan a lo que vivo diariamente en mi casa... calcetines robados, destrucción de sombreros y vestidos, USB de 1 GB y carnazas de lujo (aparatos dentales y anteojos). Sí existiría una cárcel de perritos... jijiji... enviaba a mis chihuahuas. Nah, obviamente no! Son las criaturitas más destructivas y roba-cosas que he conocido =D

P. Brux from Hell said...

jaajajajjajajajaj, benditos sean llos gatos. No son ambiciosos, pues ya piensan que todo es suyo. Pero, pero,pero... ¡¡¡yo querí a Floooorr!!!


Lástima que Mamábruja no me dejó. Sniiiif.

Anonymous said...

No podian faltar mis compañeros Brux: los inigualables monos ebrios y ladrones de Saint Kitts & Nevis !